miércoles, 13 de febrero de 2013

Crónicas rojas

No voy a hablar de sangrientos asesinatos, ni de reuniones de camaradas comunistas. No. Voy a hablar del camino hacia la fecha 19 del torneo inicial, del Club Atlético Independiente,  equipo del que mi hermano Juan me convenció de ser hincha, una tarde en Acassuso, hace más de veinte años, cuando me dijo que no tenía que ser hincha de Boca solamente porque nuestro papá era hincha de Boca.
Wow, cuestionar el orden establecido? Me gusta! Sí, quiero ser de Independiente!


*Las chicas normales no ven fútbol, no hablan de fútbol y mucho menos escriben de fútbol. Pero guess what, nunca fui muy normal…

1era FECHA Independiente - Newells.

Era un domingo caluroso de febrero, mi novio estaba de viaje y yo tenía mucho trabajo atrasado que entregar el lunes a primera hora, pero a las 18:00 jugaba Independiente y decidí hacer un break para ver el partido. Fútbol para todos (y todas).
Vale aclarar que este no es cualquier campeonato, es el campeonato en el que el rojo puede irse a la B (descender de categoría) por primera vez en la historia. Es un campeonato que arranca con la sombra del promedio oscureciendo su pasado de gloria.
Cuando éramos chicos, a mis hermanas les gustaba dibujar y a mí me aburría horrores dibujar (y no tengo el menor talento para hacerlo), por eso me iba a jugar con mi hermano, y a mi hermano le gustaba el fútbol.
La cancha explotaba de hinchas del rojo, que pensaban que con su aliento y su presencia iban a lograr que entraran los tiros al arco que pifiaban uno tras otro los jugadores que había mandado el Tolo (el DT) a la cancha… 
Con mi hermano escuchábamos los partidos por la radio, los domingos eran días complicados, mis padres todavía no se habían divorciado y ese era su día predilecto para discutir fuerte.

El trámite del partido parecía favorable para el rojo en un primer momento, hasta que los de Newell´s  empezaron a emparejar la cosa. Con el correr de los minutos me doy cuenta que Heinze es muy parecido a Darín y que Tula es algo parecido a Frances McDormand.

Gol de Newells. Enmudece el estadio. Nos caemos un poco más a la B. Enseguida empata Tula (Frances), y vuelve a sacar la nariz a flote el barco del Tolo. En el segundo tiempo, entra Caicedo,  compatriota del recordado Albeiro el “palomo” Usuriaga, que fue muerto a balazos en un confuso episodio narco, tiempo después de llenarle la garganta de goles a la hinchada roja. Caicedo tira un tiro al arco que se va cerquita y al rato le hacen penal. El negro entró con el pie derecho.  Tenemos la oportunidad de ponernos en ventajaen cuanto Farías impacte el balón desde los doce pasos. Farías, al que le rogaron que se quede seis meses más (porque le hace goles –solo- a Boca). Todos contenemos  el aliento. Va el tecla. La manda a las nubes. Los hinchas se miran perplejos, como diciendo ¿a este muerto le rogaron que se quede? Como dos cachetazos llegan enseguida los goles de Newells y perdemos 3 a 1.
Mi hermano vive en Miami hace más de 10 años y ya no le importa el destino del rojo. Yo sigo acá.

2 comentarios:

  1. Jajaja te acordás cuando fuimos a la cancha de Huracán con Antonio. Era el torneo 89/90, que se definía por penales. Otra vez fuimos a la cancha de Platense y el Bocha salió lesionado.
    Pero oíme, soy el fundador de la Peña Roja de Miami!!!!! acá vemos todos los partidos... desgraciadamente. Sabés como lo puteé al Tecla el domingo frente a la pantalla de la compu!!! el Tano Pasman era Ned Flanders al lado mío!!!!

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  2. sí, creo q fue uno de los últimos partidos del Bocha! A lo mejor consigo que me lleven a la cancha uno de estos días... Vamos a ver.

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