Bueno… no hay galletita de limón a quien culpar, y ni siquiera
jugó el tecla Farías de entrada… ya este tema de no ganar nunca está pasando de
castaño a oscuro, tan es así que un amigo me dijo que a esta altura el blog
debería llamarse “Camino a la B”…
El tema de que empezara a las 14:15 me complicó el domingo, digamos
que tuve una pequeña crisis de pareja… pero una vez que me embarqué en esto de
acompañar al rojo en su derrotero hacia la fecha 19, no voy a dejarlo a mitad
de camino… no podía dejar de ver el clásico…
Era un día espectacular donde nadie podía presagiar el diluvio
que vendría días después. Porque lo que hace más catastróficas a las
catástrofes, es el factor sorpresa. Ok, el servicio meteorológico puede pronosticar
que va a llover, pero cuánta agua va a caer y durante cuánto tiempo, eso es
sorpresa...
Lo opuesto a lo que le pasa al rojo, porque el presente
catastrófico en el que estamos inmersos, no tiene nada de sorpresivo, es la consecuencia
lógica de varias temporadas de sequía… sequía de goles, de triunfos, y de buena
suerte… porque hay que reconocer que, como en todo, una cuota de buena suerte
siempre ayuda, y a nosotros la buena fortuna nos está esquivando a lo loco.
No había tele y vi el partido en mi notebook, en el streaming de lanacion.com donde la imagen se se veía pixelada como si fuera el Emlyn soccer de la commodore64 ( http://www.uvlist.net/es/game-34577-Emlyn+Hughes+International+Soccer ). El gol de Boca lo escuché porque lo gritó un vecino, ya que el streaming tenía un pequeño delay...
El rojo llegó muchas veces pero parecía que el arco se
achicaba, o se movía o que Orión era gigante y no había manera de meterle un
gol. Volvió el Rolfi pero no fue el de las primeras fechas, Miranda se fue
desdibujando con el correr de los partidos, Fredes no termina de hacer pie, y
la delantera… Bueno… El que viene rindiendo parejo es Vargas, y Frances McTula.
Íbamos cero a cero y hay penal para el rojo. Otra vez la
chance de cambiar la historia y empezar a despegarnos de la mufa, igual que contra
Newells. La ventaja era que el tecla no estaba en la cancha y no podía patearlo
para mandarlo a las nubes. Pero pateó Montenegro y lo erró... podrán decir que
atajó Orión, pero para mí, cuando no se convierte el gol de penal es porque lo
erra el que patea. Después nos hicieron un gol, les echaron a uno, y empatamos
con un gol de Morel (lo grité para que escuche el vecino)…
Fue 1 a 1, seguimos
en zona de descenso.
Como dije antes, lo catastrófico de las catástrofes es en
gran parte el factor sorpresa. Si el rojo sigue por este camino, lo sorpresivo
sería quedarnos en primera.
Cuando terminó el partido, ya me había bañado en el
entretiempo, fuimos a un lugar que yo propuse para almorzar (a las 4 de la
tarde). El horno no estaba para bollos, y para colmo cuando llegamos el lugar
estaba cerrado… Por suerte, el próximo partido toca viernes, que es un día más
relajado…
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