El rojo sigue perdiendo. Perdiendo la paciencia, perdiendo
la esperanza y perdiendo partidos, claro. El termómetro más fiel es la hinchada,
esa que en las primeras fechas le hacía el aguante al equipo colmando las
tribunas y alentando sin parar durante los 90 minutos, soy del rojo en las
buenas y en las malas, etc… Ahora durante los 90 minutos putea y se descarga
contra los jugadores generando exactamente lo contrario de lo que pretenden….
¿La paciencia tiene un límite, se agota? La ilusión se sostiene
con la paciencia y viceversa. El fin de
una ilusión va de la mano con el agotamiento de la paciencia. Por suerte, en el
fútbol los partidos tienen día y hora, en la vida es más impreciso el sistema
para medir cuánto queda de paciencia y de ilusión...
Las ganas, la energía y ese envión entusiasta del arranque
duró hasta la fecha 8. Los jugadores empiezan a apagarse, les gana la
frustración y juegan muy presionados. Caicedo ya no se ríe cuando juega como
cuando llegó. En el rojo ya no se ríe nadie. Todo es drama y nerviosismo, mientras
el tolo sigue bancando a los jugadores y declarando que vamos a salir adelante.
Palabras que intentan ser un dique para la fuga de la esperanza.
Del partido, poco para decir… Se lesionó Vargas, cartón
lleno. El cachetazo de siempre, tempranero, que desarma el ánimo y pone los
nervios de punta, (y los tapones). Lo paradójico es que ante el desconcierto
rojo, All Boys por momentos jugaba como el Borussia Dortmund. El golazo de tiro
libre a los 7 minutos les dio confianza, y minó la de los nuestros…
Me acuerdo cuando los de racing hicieron el exorcismo
después de más de 30 años de no ganar nada y salieron campeones con el “paso a
paso”. Cuando queda poca paciencia y poca ilusión, y los elementos con los que
se cuenta no dan resultado, se empieza a considerar el esoterismo como la ley
de último recurso: úsese en caso de desesperación. Creo que ya va siendo hora.
La verdad que a esta altura sería una gran decepción quedarnos en primera. Al menos si descendemos podremos decir que se logró el objetivo perseguido por jugadores, cuerpo técnico y dirigentes...
ResponderEliminar"El azar es la metafora perfecta,
ResponderEliminarde quien le busca inspiracion a la tristeza,
el destino es la cuartada sigilosa,
de quien lo pretende todo y nunca acierta..."
Ricardito Arjona